Un post para alguien muy especial


Hoy quería dedicar este post a una persona que quiero mucho y que, por desgracia, nos dejó hace unos días: MI TÍA.
A finales de verano le detectaron un linfoma, en principio con muy buen pronóstico pero que se fue complicando después de la primera sesión de quimioterapia. Superados varios episodios difíciles y tras demostrarnos su fortaleza luchando contra todo, no pudo con la última batalla.
Para explicar mi relación con ella me tengo que remontar a mi niñez, a los momentos que hemos pasado juntas en casa de mis abuelos hasta que ellos murieron, y después en el día a día. Ella era como mi hermana mayor… Como no tenía hijos se volcó con mi hermano y conmigo en todos los aspectos.

Mi tía era la generosidad en persona. Ella me inculcó mi pasión por viajar… Fue la persona que por primera vez me llevó a Londres, después siguió Nueva York, por no hablar de que nos recorrimos media España… Todo sin parar de reír y disfrutando de todo lo que nos rodeaba en ese momento.
Cuando comenzó mi aventura londinense, ella no dudó en hacer sus maletas y venirse conmigo la primera semana para ayudarme a buscar casa y trabajo. Nos alojamos en el famoso Bed & Breakfast de Golders Green... No sabéis lo acompañada y protegida que me sentí esos días en una ciudad extranjera.  Luego fue muchas veces a verme para que no estuviese sola… No os imagináis las risas, los buenos recuerdos que guardo. De esto hace sólo dos años, nunca pensé que podía pasar algo así... Por eso tenía que escribir este post, ella también formó parte de mi etapa en Londres y, por supuesto, de mi vida.
Tía, ahora has emprendido un viaje muy largo y estoy segura de que donde estás cuidas de nosotros. Gracias por haber estado conmigo los primeros 35 años de mi vida, en parte soy lo que soy por ti.
Mi madre nos hizo esta foto en Green Park, eran tiempos mejores.


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